¿En qué beneficia a mi hijo la Terapia de Juego?
"Las personas tienden a ver la terapia como solo para arreglar lo que está 'roto', olvidando que la relación terapéutica también puede proporcionar una valiosa prevención emocional, desarrollo de habilidades y educación", dice Julie Hanks , directora de Wasatch Family Therapy en Salt Lake City, UT.
La Terapia de Juego ¿qué es y cuáles son sus beneficios?
El juego es la forma en que los niños aprenden y se desarrollan, comprenden el mundo que los rodea y expresan sus sentimientos. En la terapia de juego, un psicólogo infantil capacitado en este modelo de terapia utilizará la tendencia natural de su hijo hacia el juego para ayudarlo a procesar emociones que de otro modo no podría expresar y ayudarlo a desarrollar habilidades para la vida.
De acuerdo con la Association for Play Therapy las investigaciones realizadas respaldan la efectividad de la terapia de juego con niños que experimentan una amplia variedad de problemas sociales, emocionales, conductuales y de aprendizaje, como pueden ser: niños cuyos problemas están relacionados con factores estresantes de la vida, como divorcio, muerte, reubicación, hospitalización, enfermedad crónica, asimilación estresante experiencias, abuso físico y sexual, violencia doméstica y desastres naturales (Bratton, Ray, Rhine y Jones, 2005; LeBlanc & Ritchie, 2001; Lin & Bratton, 2015; Ray, Armstrong, Balkin, y Jayne, 2015; Reddy, Files-Hall, & Schaefer, 2005). La terapia de juego ayuda a los niños a:
- Ser más responsable de sus comportamientos.
- Desarrolle soluciones nuevas y creativas a los problemas.
- Desarrolle respeto y aceptación de sí mismo y de los demás.
- Aprende a experimentar y expresar emociones.
- Cultive empatía y respeto por los pensamientos y sentimientos de los demás.
- Aprende nuevas habilidades sociales y habilidades relacionales con la familia.
- Desarrollar la autoeficacia y, por lo tanto, una mayor seguridad sobre sus habilidades.
¿cuándo llevar a mi hijo a Terapia de Juego?
Las señales de que algo sucede
Es muy importante que los problemas emocionales y de comportamiento se aborden desde una edad temprana. Si no se tratan, estos problemas pueden causarle mucha angustia a un niño y a su familia. Si un niño no comprende su comportamiento o no tiene control sobre él, se puede deteriorar la confianza en sí mismo, afectando con ello otras áreas de su vida, como la capacidad de completar tareas cotidianas y tareas o actividades escolares, la capacidad de hacer amigos, tener conversaciones o lidiar con el estrés.
Después de un evento estresante específico como el divorcio de los padres, un cambio de escuela, el nacimiento de un hermano o fallecimiento de un familiar o persona cercana su hijo puede manifestar algunas conductas atípicas para el, como: ser agresivo, destructivo, retraído, si este comportamiento se ha mantenido durante un periodo de más de dos semanas es necesario buscar apoyo profesional, debido a que esa conducta puede estar indicando que su hijo no puede lidiar ni expresar lo que está viviendo o sintiendo, es importarte también contactar con el maestro, cuidador u otro adulto con quien su hijo conviva para saber si ha notado también esta conducta.
A veces el comportamiento de tu hijo puede ser inadecuado incluso si no hay un factor estresante específico del que tengas conocimiento
A veces el comportamiento de tu hijo puede ser inadecuado incluso si no hay un factor estresante específico del que tengas conocimiento o tal vez lo que genera ese comportamiento es algo muy distinto de lo que pensabas, podría ser que tu hijo desde pequeño ha tenido dificultad para regular las emociones o solucionar adecuadamente problemas de la vida cotidiana y no lo habías notado.
En cualquier caso, es importante hablar con un psicólogo infantil, ya que no es necesario esperar a que tu hijo presente una conducta problemática para llevarle a Terapia de Juego.
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